El 8 de mayo de 2009 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Chile, acuerdo que permitió afianzar las relaciones comerciales entre ambos países y facilitó el acceso a un mercado de 19 millones de consumidores, el cual ha logrado consolidarse como una de las economías más estables y dinámicas de la región.
Según el Banco Mundial, Chile ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en América Latina en la última década, permitiendo al País reducir la proporción de la población considerada pobre (ingreso por persona inferior a USD 5,5 por día) de 30% a 6,4%, entre 2000 y 2017.